Amor
sublime
En
honor a mi madre desarrollo este canto
mezcla
de campo y cielo, de montañas y ríos.
En
sostenido tono con música de tríos
inicia
en lucimientos el nigromante santo.
A
través de los tiempos ha superado fríos,
pudo
más el cariño de un apacible encanto,
a
través de tormentas sostener a los críos
que
entre viento y marea lograron adelanto.
Afanada
en labores desde la madrugada,
animada
y con fuerzas surca por los caminos,
azares
de la vida que no siempre comprende.
Es
materia orientada, por siempre en la jugada,
con
ánimos y sueños entonando los trinos,
con el
alma dispuesta siempre la marcha emprende.
Byron Javier Picado Molina
Estelí,
11 mayo 2022
10:30
a.m.